La investigación tras el informe muestra que cuando las mujeres están empoderadas, el mundo mejora. Cuando más mujeres se sientan en la mesa de negociación, hay menos guerra y más paz. Las mujeres empoderadas presentan menos muertes por parto y menor mortalidad infantil. Reducen el analfabetismo; y USAID informa que cuando las mujeres y las niñas alcancen la equidad de género, podrían aumentar el PIB mundial en $12 billones para 2025. Incluso existe una fuerte idea de que las mujeres resolverán la crisis climática.
En 2020, sin embargo, las mujeres perdieron 36 años de progreso debido a la pandemia del COVID-19. Eso es una generación entera perdida, y aunque nuestros problemas pueden parecer insuperables, apoyar a las mujeres que tienen éxito en nuestros hogares, oficinas y comunidades es la respuesta.
Aquí hay tres acciones fáciles, prácticas y repetibles que podemos tomar todos los días para ayudar a las mujeres que nos rodean.
#1 Habla de dinero
Ayudar a las mujeres a sentirse seguras con el dinero es fundamental. La brecha salarial de género es real y se está cerrando a un ritmo glacial. Las mujeres blancas aún están a décadas de distancia de la igualdad salarial, las mujeres negras están a más de cien años y las mujeres latinas a más de doscientos años.
Uno de los mayores obstáculos que podemos ayudar a las mujeres a superar es apoyarlas para que pidan lo que valen. Cuando compartimos nuestros propios salarios y discutimos estrategias para pedir un aumento, aumentamos la probabilidad de que ellas reclamen lo que merecen.
Al hablar de dinero con frecuencia, ya sea sobre inversiones, noticias financieras y consejos, o su propio nivel de incomodidad, crea una tranquilidad que conduce a una mayor familiaridad y acción.
El dinero se trata directamente de crear seguridad financiera, pero también se trata de cómo queremos que se vea el resto del mundo. Las personas que tienen el control del capital pueden decidir qué tiene valor y qué problemas vale la pena resolver, y las mujeres deben ser parte de esa conversación.
#2 Solo di que sí
Una de las formas más sencillas en que podemos ayudar a otra mujer es simplemente decir que sí. Sí a una introducción. Sí a una llamada de treinta minutos. Sí a dar algunos consejos. Sí a cualquier solicitud dentro del ámbito de la posibilidad.
Puede que te sorprenda saber que tu pequeño “Sí” podría ser el camino hacia un gran trabajo nuevo para ella y un aumento de salario para empezar. Podría ser la diferencia entre el éxito y el fracaso de un proyecto estratégico, podría ser el impulso que necesitaba para no abandonar la fuerza laboral y seguir adelante. Cuando decimos que sí, nunca sabemos realmente la implicación total de lo que seguirá. Pero una cosa es cierta al decir Sí: crearás un cambio en el universo para que suceda algo bueno.
Al crear más conciencia sobre decir Sí, ayudarás a más mujeres con más frecuencia.
#3 Toma una posición
Habrá momentos en los que tomar una posición sea la única opción que queda por hacer. Podemos ayudar a otra mujer a ayudarse a sí misma. Podemos crear oportunidades potenciales para su crecimiento. Podemos compartir nuestra sabiduría y consejos, pero llegará un momento en que lo único que queda por hacer es defenderla.
Eso podría parecer confrontar a la alta gerencia para mejorar la diversidad de su organización, podría ser un sesgo de información o podría ser abogar por la contratación de una mujer. También podría parecer pedir la opinión de otras mujeres en una reunión, dar crédito a una colega por su idea o pedirle a un colega que sirva café para los invitados o que tome notas en lugar de la joven que siempre se ofrece como voluntaria para ayudar.
Defenderla significa hacerlo de maneras grandes y pequeñas, pero requiere nuestra voluntad de actuar y también de enfrentar potencialmente las consecuencias. Tomar una posición conlleva riesgos, y eso es algo que todos debemos sopesar al decidir qué curso de acción tomar.
No existe una bala de plata para abordar la desigualdad y nuestros grandes desafíos globales, pero cuando cada uno de nosotros puede tomar el avance de las mujeres y las niñas en sus propias manos, podemos acercarnos bastante. Todos debemos esforzarnos por lograr mujeres más empoderadas.
Jane Finette es la fundadora y directora ejecutiva de The Coaching Fellowship, una organización sin fines de lucro dedicada al desarrollo de mujeres jóvenes líderes en el cambio social. Jane, experta en liderazgo y entrenadora coactiva profesional certificada (CPCC), ha dedicado su vida a lograr la igualdad para las mujeres, empoderándolas para crear impacto y construir el mundo del mañana, hoy. Su primer libro, Unlocked: How Empowered Women Empower Women, se lanzará esta semana.
