La voz silenciosa de nuestro interior tiene mucha influencia. Cada vez se plasman nuevas teorías y herramientas para escucharla, entenderla y si es necesario modificarla. Lo que nos decimos afecta nuestro autoconcepto, que influye en lo que hacemos y dejamos de hacer. Observando y manejando esta voz podemos espiar en el subconsciente e ir formando hábitos de pensamiento que nos lleven a vivir en plenitud y expresando la mejor versión de nosotros mismos.
Algunas prácticas de mindfulness apoyan el sentir, escuchar y vivir en el presente, dejando pasar los pensamientos, como nubes en el cielo, sin estar absortos en ellos y teniendo momentos de profundo silencio, interno y externo.
Hay personas que lo hacen en una caminata en la naturaleza, otros sentados en posturas de meditación en espacios donde hay poco ruido, quienes repiten mantras o escuchan música y también quienes en el quehacer diario simplemente prestan atención a los pensamientos y así los conocen y van eligiendo más conscientemente.
En este artículo vamos a compartir algunas ideas para observar y luego poder elegir cómo pensar de manera que forjemos autoestima, relaciones positivas, prosperidad y salud mental, emocional y física.
1. Observa al observador. Todos tenemos una cultura que nos influencia. Conoce los paradigmas del país en donde naciste, la familia, la religión y en general la sociedad que te rodea. Date cuenta que es un punto de vista, y puedes enriquecer tu comprensión aprendiendo sobre formas de ver la vida y las circunstancias desde otros paradigmas, culturas, religiones. No necesitas adoptar o modificar tu cultura, pero puedes considerar ideas que te aporten valor y bienestar. Escribe tus observaciones de lo que te dices al final del día. Apóyate en el hábito de leer o escuchar podcast sobre aproximaciones de distintas culturas a temas de tu interés y sobre pensamiento positivo.
2. Pregúntate cómo te tratas a ti mism@. Mira la forma en que te arreglas, las palabras que te dices, si te animas o te juzgas en determinadas circunstancias. ¿Tiendes a echarte porras y agradecerte cuando haces algo bien o subestimar tu acción? ¿Te dices en tu interior “qué idiota” u otras expresiones groseras o eres autocompasivo comentando para ti “la próxima vez haré esto de otra manera o voy a solucionar este error”? ¿Qué te dices al verte al espejo? Avanza hacia tratarte como a la persona que más amas, date ánimo, cuídate y regálate varias sonrisas en el día.
3. Permite que seas tu prioridad. ¿Quiénes o qué están por encima de mí al momento de fomentar mi salud, mi felicidad, lo que me importa? Siente el cuerpo porque es una mina de oro de información. Establece momentos en tu rutina (pueden ser de 2 minutos) para respirar y revisar qué sientes, física, mental y emocionalmente. Puedes empezar a meditar respirando profundamente, tensando y aflojando todos los músculos, cerrando los ojos y manteniendo la atención en lo que sientes y las ideas que pasan por tu mente, procurando un espacio y tiempo sin interrupciones.* Busca tus propias respuestas sobre cómo te cuidas y apoyas a tu
bienestar.
4. Si te sientes bloqueado en ciertos aspectos internos busca ayuda para hacer conciencia y fluir en la vida. Podemos tener salud, buenas relaciones con los otros, prosperidad y realización profesional y una autoestima sólida. Lo natural es el bienestar y si no se está dando, permítete explorar quizá con un coach o un psicólogo, alguien en quien confíes y admires, identifica qué malestar interno sanar y dejar atrás. También podrías necesitar una consulta médica en algún tema, tener una conversación pendiente o cierre de algo, etc… atiende tus necesidades como prioridad.
5. Haz hábitos de los que te sientas orgulloso/a, celébralos y compártelos. Agradece y utiliza lo que tienes a tu alcance para estar mejor. Para actuar en el día a día existe una herramienta tecnológica que integra sabiduría y ciencia para compartir, celebrar y mantener avances sencillos y seguros, utilízala diario, es Habits.ai.
